Hoy os voy a contar una historia, aunque estoy segura de que la conocéis. Es la historia de dos amigas que salen por ahí una noche a bailar y pasarlo bien. Sólo una noche de chicas, buenas amigas compartiendo un buen rato de la manera más sana. Música, ambiente tranquilo, risas. Y entonces llegaron los hombres. Venían en plan cazador furtivo traicionero. Eran tres cazadores y dos presas, así que obviamente uno de ellos se quedaría sin botín. ¿La manera más elegante de aceptar la derrota? Una retirada a tiempo.
- Cazador 1, tú te encargarás de la presa A, especie: ser humano de sexo femenino con plumaje color inocencia y bondad. Yo, cazador 2, me encargaré de la presa B, especie: ser humano de sexo femenino bastante similar al ejemplar A. Cazador 3, tú te marchas a casa a dormir, ya que tú la semana pasada cazaste y te comiste un ejemplar solitario. Hay que recordar que los ejemplares femeninos de esta especie ya conocen al hombre y casi con seguridad han huido anteriormente de otros cazadores. Nuestras intenciones: perseguir y distraer a los ejemplares, separarlos de la manada hasta que se encuentren en soledad con lo que no puedan apoyarse en el grupo y cuando se encuentren suficientemente confundidos, disparar a matar. A continuación, guisaremos y nos comeremos nuestras respectivas cazas. Mañana comentaremos entre nosotros los detalles de la caza y posterior banquete.
Y así fue. El cazador 3 se fue a dormir. Los cazadores 1 y 2, a los que llamaremos Sr. Yonovoycon malasintenciones y Sr. Amitam bienmehan hechodaño, se disfrazaron de buenos chicos y una vez tenían el traje puesto se fueron de paseo por el camino de la amistad fingida junto con las dos chicas. Y ya basta de rollos, nadie se está tragando que sea un cuento. El caso es que al principio todo genial, risas, buen rollo, y los ridículos "cazadores" sacaron los instrumentos de caza, y entonces fue cuando las chicas vomitaron de asco.
Para empezar, cada uno atacó a una de las dos, como poniendose de acuerdo en el momento, y ante la negativa de ambas intentaron probar suerte cambiando los objetivos, es decir, tú vente a por esta que conmigo no quiere, a ver si cambiando de chica pillamos cacho. Y eso hicieron, la de tumba se fue con timba y la de timba se fue con tumba y volvieron a intentarlo (esto es la letra de una canción de salsa que cuenta cómo 5 personas se intercambian entre ellas. Para las interesadas en oirla, aquí os dejo el enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=88slEnn2MnU&playnext=1&list=PL3A0E55377058B874).
Los chicos no parecían entender, a pesar de que desde el principio las chicas lo habían dicho bien clarito y bien fuerte, que NO QUERÍAN HISTORIAS, SÓLO PASAR UN BUEN RATO ENTRE AMIGOS. Siguieron intentando, e intentando. Y al no conseguir nada, "las presas dejaron de ser lo suficientemente buenos como para esforzarse en cazarlos", es decir, que se pusieron como si le hubieran hecho un favor a las chicas, en actitud perdonavidas "yo estoy por encima de eso, chavala, tu qué te has creido". Y seguidamente hicieron una salida ridícula de la función, con una promesa de amistad que estaba claro que no pensaban cumplir pero que las chicas no perdieron el tiempo en desmentir. "Para qué, dejémosles pensar que nos lo hemos creido, así por lo menos se van a la cama sintiéndose El burlador de Castilla". Cuando se quedaron solas, las chicas comentaron con suma repugnancia la poca vergüenza de los chicos.
Esta actitud estúpida y patética de los hombres que para ellos resulta una actuación tan brillante para las chicas no es más que una grotesca obra de teatro con bajo presupuesto y malos actores a la que no irías a no ser que entres por equivocación. Pero ellos se sienten verdaderos maestros, artistas, y desplegan con una absurda seguridad en si mismos toda su genialidad y fingido encanto, creyendo que están dominando totalmente la situación, que esto es pan comido. "Y chica, te ha tocado la lotería conmigo. No sólo soy el único en toda la ciudad que no quiere solamente acostarse contigo, sino que además soy guapo, sensible, inteligente, encantador, detallista, sincero, muchos etcéteras, y además inspiro esa pizca de ternura porque chica, no sabes lo que he sufrido en el pasado, una mala mujer me rompió el corazón y me lo pisoteó, pero ahora se que tú eres la única que puede curar las heridas de este corazoncito tan tierno porque si... aunque no lo parezco, aunque estoy disfrazado de tipo duro, sólo es un escudo que me he puesto para que no me hagan daño, en realidad soy un chico tímido y sensible. A ti te lo cuento porque se que eres una chica distinta, no como esas que están por ahí que se acuestan cada noche con uno diferente... tú eres una buena chica, se nota que lo has pasado mal también... Por cierto... me están entrando unas ganas de besarte... no se por qué, normalmente no me ocurre cuando acabo de conocer a alguien, pero es que me haces sentir algo tan distinto..." Bah, patrañas, por dios, ¿tan tontas nos creéis?
Pues esta ha sido la historia que, como dije, seguro ya la conocíais. Es que así es el mundo... debe ser el cuento más repetido entre todos los cuentos. Sería mejor que los chicos hablasen claro y dijeran: "oye, quiero acostarme con alguna esta noche, me da igual la que caiga, así que qué me dices, ¿quieres ser tu?", se perdería menos tiempo por ambas partes, pero con total seguridad más de una vez se llevarían un buen guantazo. Y es que todavía quedamos algunas chicas con un mínimo de dignidad que pensamos que en la vida hay algo más que "follarse a un tío el sábado por la noche". Perdón por la expresión, pero creo que hay que llamar a las cosas por su nombre ¿no?